Mi querido amigo. Nunca olvidaré la amistad tan profunda que tuvimos, cuando decías que tú te sentías como mi familia y yo te decía que eras como un tío o un papá y me contaste tantas cosas por el aprecio que me tomaste. No puedo superar el hecho de que hayamos hablado por video alegremente un par de días antes de no saber nada más de ti. Mis hijos y yo te recordamos y hablamos de ti casi a diario.

Estoy segura que cuando me toque a mí viajar al universo, te veré y te abrazaré para continuar nuestra amistad hasta la eternidad. Sé que donde estás es tan maravilloso que nada en la Tierra se le compara y eso me hace feliz. Siempre te recordaré mi viejo cascarrabias.